Cada Navidad, uno de los aperitivos más distinguidos y buscados es sin duda el paté. Tiene un sabor muy característico que no deja a nadie indiferente y por ello se usa en entremeses, aperitivos y canapés de todo tipo.
No obstante, y aunque seguramente conozcas las normas básicas, servirlo correctamente hace que sea mucho más apetecible comerlo. Por eso, a continuación te damos unas cuantas ideas para que puedas hacer una presentación de patés en la mesa que guste a todos.
Presentarlo bien es importantísimo. El paté en sí es sencillo, como lo son también las tostadas. Cuando decimos sencillo se puede entender también como soso. Así que si queremos servirlo en la mesa para una celebración o para Navidad, debes trabajar la presentación para que sea creativa y original.
Si bien un pelín exagerada, la imagen anterior ilustra el objetivo de este artículo: evitar la imagen de la izquierda y crear una presentación de patés similar a la de la derecha.
#1 Elige un buen paté
Lo primero es por supuesto tener un buen paté. El paté no deja de ser una especie de pasta, tal y como sugiere su origen etimológico francés, hecha de casi cualquier cosa.
Por eso, a pesar de que el paté común está hecho de hígado de cerdo, hoy en día podemos encontrar todo tipo de patés: de pollo, de atún, de cerdo ibérico, de oca, de pato, de salmón, de pavo, de ciervo, de jabalí, de anchoa e incluso opciones vegetarianas como de pimiento del piquillo, de champiñones o de tomates secos, entre otros. ¡Las posibilidades son muchas!
En todo supermercado o tienda especializada encontrarás una gran variedad de ellos. Puede que incluso te animes a preparar tus propios patés caseros.
En cualquier caso, para escoger un buen paté debes fijarte en lo siguiente:
- Que la consistencia se vea cremosa y untuosa.
- Que el toque extra te guste: los hay a la pimienta, a las finas hierbas, a la campaña, olivada, al armagnac etc.
¿Por qué es importante escoger un paté cremoso? Es el más idóneo para extender en tostadas. En cambio, los patés densos son mejores para rellenos o para acompañar ensaladas.
#2 Escoge un buen pan
Lo más habitual en la presentación de patés en la mesa es acompañarlos de panecillos o tostadas. Céntrate en pan duro porque la combinación suave + suave no funciona: ¡olvídate del pan de molde! El pan escogido debe presentar resistencia al mordisco.
A partir de aquí tienes muchas opciones de tipos de pan: pan tostado, tostas, biscotes, tostadas minis extrafinas y, para los más atrevidos, picos de pan con los que untar.
La gracia está en optar por un pan que enriquezca el sabor del paté. Así que te aconsejamos los que son diferentes: de centeno, integrales, de pasas, con arándanos, de sésamo, con cebolla caramelizada, con semillas de chía, con ajo, con frutas, de higos, con pipas de girasol o directamente pan multicereales.
Una vez tengas escogido el paté que servirás, piensa qué sabor puede complementarlo y crear un contraste agradable. Si dudas entre varios, haz un pequeño surtido y así cada comensal escogerá el sabor de pan que más le guste.
Ya por último, a no ser que tengas experiencia, no te aconsejamos tostar tú el pan. Los aperitivos no son el acto más importante de una comida, asi que tu tiempo y tu preocupación deberían centrarse en el plato principal o en el postre. Equivocarte con el punto de tostado puede enviar toda la presentación de patés en la mesa al garete.
Piensa si tienes invitados celíacos o intolerantes al gluten para poner también pan tostado sin gluten.
#3 Preséntalo con creatividad
Lo primero es escoger un buen complemento. Tanto para la presentación de patés en la mesa como para la experiencia de sabor, recomendamos acompañarlo de algún elemento diferente.
Algunas ideas de complementos para el paté:
- Trocitos de frutas.
- Mermeladas para patés.
- Salteado de setas.
- Salmón.
- Tomates cherry.
- Rodajas de limón.
- Quesos.
- Pequeñas flores comestibles.
Lo siguiente es determinar dónde poner el paté. Tanto si decides ponerlo directamente como si optas por un recipiente más original (por ejemplo, en pequeños vasitos, en cucharitas o en cuencos de barro), lo importante es que quede bien. Así que procura que las cantidades de paté queden monas y naturales, no alisadas artificialmente.
Otra idea que puedes llevar a cabo es coger una rebanada de pan tostado y una de paté, las cortas en forma de estrella y encima del paté pones un poco de salmón, bolitas de pimienta de diferentes colores y sal gruesa. ¡Causarás un efecto wow!
Antes te hemos dejamos con una galería que seguro te ayuda a tener ideas para presentar patés de una forma muy chula.
#4 Y no te olvides de la bebida
Para acabar de presentar el paté en la mesa de la mejor forma, debemos acompañarlo de una bebida que case muy bien. Ante todo, evita los refrescos porque impiden disfrutar de los matices de sabor y, en cierto modo, devalúan el producto. Lo ideal es una bebida alcohólica pues suele combinar mucho mejor.
A partir de aquí, la elección es tuya en base a tus propios gustos. Te dejamos indicaciones que pueden ayudarte a escoger qué tipo de bebida alcohólica prefieres:
- Cava: su frescura complementa el toque graso del paté.
- Vino blanco con algo de crianza: el sabor afrutado, matizado con un toque de madera, hace que este vino case perfectamente.
- Vinos finos, olorosos, mistelas y manzanillas: su aroma nos ofrece una combinación perfecta no sólo para beber sino para por ejemplo elaborar con ellos una salsa caramelizada de acompañamiento.
- Vino tinto crianza: si tiene un cierto toque afrutado, combina muy bien con un elemento graso como el paté.
- Cerveza y sidra: estas dos bebidas con un toque burbujas ayudan a consumir mejor el paté, al ser un producto contundente y de larga digestión. Eso sí, si te decantas por cerveza, considera incluir una opción sin gluten para los que puedan ser intolerantes o alérgicos al gluten.
Y hasta aquí este artículo con cuatro grandes consejos para que sepas cómo hacer una buena presentación del paté en la mesa. ¡Deseamos que te haya resultado útil!